Shampoo Aceite de Oso: del pasado ancestral a una versión vegana moderna

El aceite de oso, también conocido como bear’s grease, tiene una historia fascinante que une dos mundos: el europeo y el indígena americano. En ambos, esta grasa natural fue considerada durante siglos un secreto de belleza para el cabello.

Aceite de oso y su origen en Europa: el primer “tratamiento capilar”

En la Europa del siglo XVIII y XIX, el aceite de oso era un producto de lujo. Provenía principalmente de Rusia y era vendido por perfumistas y boticarios en elegantes frascos de cerámica. Se usaba como tratamiento para prevenir la caída del cabello, reducir la resequedad del cuero cabelludo y dar brillo. Según registros de la época, incluso se creía que estimulaba el crecimiento capilar y fortalecía los folículos debilitados.

El auge de este producto coincidió con el abandono de las pelucas empolvadas en Inglaterra, lo que impulsó la moda del cabello natural y bien cuidado. Sin embargo, la grasa auténtica de oso era costosa y difícil de obtener, lo que llevó a que muchos fabricantes la adulteraran con grasas de cerdo o cabra. Con el tiempo, fue reemplazada por alternativas vegetales como el aceite de coco y el aceite de palma.

Uso de grasa de oso entre los pueblos nativos de América del Norte

Paralelamente, los pueblos indígenas de Norteamérica ya usaban grasa de oso mucho antes de que Europa la comercializara. Tribus como los Delaware, Huron, Sauk y Dakota Sioux la aplicaban para dar brillo, perfumar y proteger el cabello. En algunos casos, se mezclaba con hierbas o pigmentos naturales como el óxido rojo, y era parte de rituales de belleza y expresión cultural. También servía para mantener el cabello fuerte y resistente a las inclemencias del clima.

El renacimiento de una idea: Shampoo Aceite de Oso vegano

Inspirados por este legado histórico, en Maxalli estamos desarrollando una reinterpretación contemporánea: el Shampoo Aceite de Oso Vegano.
No contiene grasa animal, sino una mezcla moderna de aceite de ricino, emolientes vegetales y limpiadores suaves sin sal, sin sulfatos, sin siliconas ni parabenos. Su textura rica y cremosa ofrece un efecto 2 en 1, limpiando mientras deja una capa nutritiva que hidrata el cabello sin apelmazarlo.

Además, evocamos su esencia natural con un aroma de bosque, inspirado en los paisajes donde nació este antiguo remedio. Esta nueva versión conserva el espíritu original —cabello fuerte, brillante y saludable—, pero alineado con los valores actuales de sostenibilidad, ética y formulación limpia.

El Shampoo Aceite de Oso de Maxalli es una fusión entre historia, ciencia y naturaleza.
Una evolución consciente de un secreto ancestral.

¿Ya habías escuchado sobre el aceite de oso? ¿Probarías su versión vegana? Cuéntanos tu opinión en los comentarios.